UNA
EXPLICACIÓN CIENTÍFICA-HISTÓRICA
DE LA VERDAD JURÍDICA.
Para
explicar la verdad jurídica, nos debemos enfrascar en un estudio esencialmente
filosófico, recorriendo etapas históricas de la vida humana para entender su
origen y evolución que ha tenido hasta nuestros días.
SUMARIO: I. Introducción. II. Origen y definición de la verdad. III. Explicación teórica. IV. La verdad jurídica. V. La verdad histórica y la verdad científica. VI. Conclusiones. VI. Fuentes consultadas.
En el presente trabajo, se abordara la
temática de si la verdad jurídica es una verdad histórica o una verdad
jurídica, situación por la cual, primero se hace un estudio partiendo de lo
elemental para ir a lo complejo, iniciando a partir de un análisis del origen y
definición de la verdad desde una explicación semántica hasta llegar a un
estudio filosófico.
Subsecuentemente se analiza a la “Verdad”,
desde un aspecto teórico filosófico, partiendo de los elementos de
consensualismo, ciencia, y cientificidad de la verdad y con ello de la
construcción del conocimiento, determinando a la verdad como un discurso
socialmente aceptado.
Posteriormente, se realiza un estudio en concreto sobre el
peso en específico que recobra la verdad desde un aspecto histórico y científico,
desde un enfoque que debe de tomar en cuenta el juzgador al momento de
dictaminar cualquier asunto.
Siendo el presente trabajo, un esfuerzo por
observar como la verdad histórica y la verdad científica son elementos que
deben ser tomados en cuenta al momento
en que el juzgador resuelve cualquier situación en concreto, entendiendo a la
verdad científica como aquella en la que el juez se allega de elementos
científicos para resolver el asunto en específico que se le plantea, y la
verdad histórica se ve plasmada en la norma, al ubicarse en su descripción y su
carga histórica para su conformación, es decir, hablamos de verdad jurídica
científica pero con una carga de verdad histórica que se encuentra
predeterminada y aceptada.
Finalmente, es de mencionarse que el presente
trabajo contiene un elemento valorativo en el que se pretende tomar en cuenta
el aspecto científico y el histórico, ya que si bien, gran cantidad de autores
le otorgan un mayor peso a la cuestión científica, lo cierto es, que el hombre
no puede negar en ningún momento que es histórico, al actuar con elementos
predeterminados que se consideran correctos.
Partiendo de un estudio básico y elemental
del concepto de verdad podemos establecer de acuerdo al Diccionario de la legua
española, que verdad debe de ser entendida como:
1. f. Conformidad de las cosas con el
concepto que de ellas forma la mente.
6.
f. Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con
que a alguien se le corrige o reprende. U.
m. en pl. Cayetano le dijo dos verdades
Determinando que por verdad, podemos entender a esa
conformidad
de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente, o bien, el juicio o
proposición que no se puede negar racionalmente. Elementos, que nos dan aspectos
importantes, pero que sin duda debemos de estudiar a la “verdad” con herramientas
filosóficas que nos den un panorama con mayor amplitud y adecuación, cuestión
que más adelante se pretende explicar.
Pasando a un análisis más completo, partimos
de que la presencia del hombre se ha visto cuestionada a través de diversas
incógnitas, entre las cuales se encuentra
¿qué es la verdad?, para dar respuesta a dicha pregunta hay que
adentrarnos a cuestiones filosóficas, que en un primer momento pueden resultar
difíciles de comprender, pero, cuando se
determinan los planteamientos vertidos sobre dicha cuestión, resulta un poco
menos compleja de lo que parece.
La búsqueda de la verdad, se ha presentado en
el hombre, en su transcurrir por la vida, desde que se creó la tierra fueron
emergiendo cada uno de los elementos que poco a poco cobraron vida en las
formas del pensamiento del hombre, mismas que son interpretadas y transformadas
en un discurso que sufre una evolución histórica, porque anteriormente se
pronunciaba sin necesidad de reglas o lineamientos; mientras que en la
actualidad, la creación del discurso ha perdido esa espontaneidad, porque
dependen de los procedimientos externos e internos de dicho discurso para pronunciarlo.
Dentro de los procedimientos externos, se encuentra la exclusión que implican
una afectación al discurso, porque el sistema de oposición entre lo verdadero y
falso, se remonta a los griegos, y se desprende que la voluntad es manifestada
a través de la verdad; luego entonces, podemos decir, que la forma más pura del
pensamiento, es el lenguaje, y se transmite a partir del discurso, mismo
que va sufriendo rupturas en los niveles
de análisis, lo que pudiera parecer la existencia de varios pasados, pero, no
es así ya que es uno sólo.
La
“búsqueda de la verdad comienza con las especulaciones de los griegos (siglo
VII a.c.), quienes ven en la contemplación de la naturaleza la verdad…”[2];
denominándola como la alétheia, misma
que se reservaba a los dioses, y después perteneció a los adivinos, pasando a
poetas cuya palabra era dada por el canto de las musas y, finalmente, el rey es
quien lo pronunciaba.
Con
el paso del tiempo la verdad al igual que otros conceptos van sufriendo una
transformación, y como lo señala Heidegger, “la verdad es primariamente
descubrimiento del ser en sí mismo… Y este descubrimiento
solo es posible como fundado en el <<estar en el mundo>>… pone
la esencia de la verdad en la libertad;
la libertad se descubre como el <<dejar ser>>…del ente; no es que
el hombre <<posea>> la libertad como propiedad, sino que la
libertad, la <<existencia>> que descubre posee al hombre; y…pone
esto en relación con la historicidad del hombre, único ente histórico.”[3]
De la definición antes citada, se desprende como elementos:
a) Al ser, palabra que proviene de “… (seer). 3. intr. Haber o
existir…”[4], entendiendo por ser desde un panorama
filosófico, a todos los elementos que rodean y existen, siendo las cosas y fenómenos que constituyen
al aspecto físico, siendo el humano quien estudia y categoriza en un momento
determinado a través del uso del lenguaje y el consenso social, otorgando
significados a todas las cosas existentes que observan y analizan como si se
tuviera una concepción de que el hombre es el centro de existencia de todos los
elemento, lo cual es discutible, pero al realizar el hombre los estudios,
irremediablemente se explicara todo a partir de este;
b) La libertad, palabra que proviene del
latín “…libertas, -ātis).1. f. Facultad natural que tiene el hombre
de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de
sus actos…”[5],
entendida como una característica esencial
del hombre, a partir de la cual es capaz de determinar su actuar y quizá el
elemento principal que otorga el origen del hombre en su aspecto existencial y
moral, permitiendo su autodeterminación y a expresarse en la vida, e incluso es
un elemento del que autores parten para su estudio moral y ético del hombre.
3) La existencia que es descubrimiento de lo
histórico, refiriendo esencialmente al elemento histórico, palabra que proviene
del latín “… historĭcus)…1.
adj. Perteneciente o relativo a la historia.2. adj. Averiguado,
comprobado, cierto, por contraposición a fabuloso o legendario.3.
adj. Digno, por la trascendencia que se le atribuye, de figurar en la
historia...”[6],
donde el significado nos remite a los sucesos que trascienden en la humanidad,
elemento que en busca de analizar nuestra tema, es de importancia, ya que bien
podemos atribuir al ser humano su carácter histórico, ya que es a partir de
todos los sucesos donde marca la pauta del devenir humano y da forma a su
actuar cotidiano, es decir, necesariamente debemos de entender al hombre como
un ente histórico.
A partir de lo cual, podemos afirmar
válidamente que la verdad pertenece al hombre que va descubriendo su existencia
como ente histórico, y cuya esencia es la libertad, ya que es precisamente de
los elementos a partir de los que podemos aproximarnos a un concepto de la
verdad, comprendiendo al “Ser”, como todo lo que nos rodea y existe, al humano
como el centro de estudio de todas las cosas al describir y fomentar el estudio de todo cuanto encuentra
con su virtud esencial que es la libertad, y el aspecto histórico inherente al
hombre que se desarrolla en sociedad y se basa en esos sucesos que a través del
tiempo marcan pausa para su desarrollo, tendiente a conseguir un progreso.
Aunado
a lo anterior, se afirma que la verdad se legitima a través de la certidumbre, a
partir de la probabilidad, y reconociendo en todo momento la naturaleza
contingente de la realidad. De ahí que la verdad se presente “… como un
discurso que crea un sentido sobre el discurso de la contingencia y el azar de
la naturaleza…”[7]; es
decir, que el discurso de la verdad crea la contingencia del mismo y es “la
máxima expresión de la certidumbre. Pero la ‘naturaleza’ de la naturaleza
propone un mundo azaroso, no inmutable.”[8]
Referente a este tema en
análisis, es importante precisar la postura de Michel Foucault, que estableció
de forma adecuada lo que en un momento podemos entender por verdad al
establecer que está constituida como un discurso en el que la voluntad de verdad
está “… basada en un soporte y una distribución institucional, tiende a ejercer
sobre los otros discursos —hablo siempre de nuestra sociedad…”[9],
donde el discurso de verdad, debe ser dirigido y sobre todo aceptado por la
sociedad, el cual, esta determinado por un conjunto de elementos que son:
a)
El poder;
b)
El deseo;
c)
La
imposición de reglas prohibidas;
d)
Y la
exterioridad.
Fijándose que dentro del
discurso de verdad, lo que determinamos por verdadero, se encuentra en la
acepción social, la cual adoptamos a partir de una sumisión al discurso
otorgado, siendo el hombre quien adopta el elemento de consensualismo como
parte de su estructura de la realidad aceptada y considerada como verdad.
Sin lugar a dudas existen diversas posturas
entorno a la verdad, y cada una de ellas resultan enriquecedoras, ya que
modifican o complementan las perspectivas sobre la misma. Así, tenemos que la
verdad ha sido definida como el
“…elemento proposicional de los actos de habla y la validez al elemento
ilocucionario deóntico, de modo que los
actos de habla regulativos, como las normas jurídicas, son válidos no tan sólo
si su elemento ilocucionario es recto…”.[10]
Por su parte Habermas señala que “…la verdad es una condición de la validez de
los actos del habla.”[11]
Luego entonces, en la definición de verdad se incluye el elemento de validez
que surge del habla, donde el autor Habermas parte de su teoría de la acción
comunicativa para poner en el centro del debate la concepción discursiva de lo
que es verdadero y de lo que no es verdadero, no olvidando en ningún momento la
concepción progresista e histórica que tiene Habermas, a determinar una teoría
en la que la historia juega un papel de gran importancia para la aceptación de
lo verdadero y de lo que no es verdadero.
Finalmente, se afirma que “no hay una
respuesta unívoca ante la pregunta ¿qué es la verdad? Y no la hay porque la
pregunta interroga desde el ser, desde la esencia y ello implica una respuesta
metafísica. Tampoco la verdad es un concepto aislado. El concepto de verdad está
en relación directa con el concepto de naturaleza (cosa), es decir, el concepto
de realidad.”[12] Implicando
de esta forma que la verdad tenga relación con la realidad del propio hombre.
Después de haber establecido una serie de
definiciones y elementos importantes entorno a la verdad, surge otro problema,
que hace referencia a la posibilidad de encontrarla, para ello, hay quien
sostiene que “encontrar la verdad radica en buscar en mí, en el sujeto
cognoscente. La verdad está en mí. La verdad se encuentra en mi propio
discurso, en mi propia argumentación, dado que la cosa no existe sino por los
datos sensoriales. La cosa no tiene verdad porque la cosa no existe.”[13]
Otra posibilidad de encontrar o descubrir dicha verdad “(reconozcámoslo, entre
muchas de las posibilidades: la revelación, el mito, las prácticas de brujos,
el sentido común, la poesía, etcétera) está la relación entre el objeto y el
sujeto. Si la verdad no está en la cosa y no está en mí, entonces la verdad está
en la cosa y en mí. La verdad, entonces,
se encuentra justo en medio entre la cosa y yo. Es el puro espacio común de la
confluencia de dos discursos, es la confluencia de la construcción. Es el
encuentro de dos miradas.”[14]
Es decir, el tema de verdad y su concepción, podemos abordarlo desde diferentes
perspectivas, mismas que fueron comentadas, por ejemplo a partir del discurso
social establecido propugnado por Michel Foucault, de un discurso valido e
histórico como lo determina Habermas, o bien, como lo concibe Gerardo Ribeiro
Toral, como la aproximación que uno mismo hace de su entorno relacionando el
sujeto con el objeto, en fin, la conceptualización de verdad tiene diversas
acepciones que nos hacen reflexionar sobre su contenido y su acepción, la cual
sin duda es complicado.
III.
Explicación teórica.
Para, el análisis de la verdad desde un punto
de vista teórico, es importante establecer los elementos de consenso, de
discurso y aceptabilidad basada en lo científico, de los cuales se parte, abordándose
en este caso a Apel, quien señala en su teoría de la verdad y fundamentación
última, que para llegar a la verdad se requiere lograr un consenso en la
comunidad, misma que puede ser modificada. De esta manera, a partir de la
historia y de la antropología del
conocimiento se empieza a realizar la evolución para descubrir dichos
consensos.
Es así como la teoría de la verdad, es
definida por medio del lenguaje, donde los individuos van a llegar a consensos
reales como fundamento último, el cual es considerado como verdad irrefutable.
La ciencia, es un aspecto metodológico a través del cual se va a llegar a una
verdad consensuada. Y se llega a la verdad misma en una ciencia a través del:
1) Discurso teórico y argumentativo; 2) Fundamentación última; 3) Consenso real; y 3) Verdad irrefutable y autocorregirle.
a) Entendiendo
por discurso teórico y argumentativo, el surgido a partir del elemento
discursivo para la explicación de lo que consideramos como verdad, donde el
lenguaje de la humanidad marca pauta para la transmisión del conocimiento
logrado de los entes que lo rodean, siendo la base argumentativa una
herramienta que recobra gran importancia.
b) Fundamentación última, la cual hace
referencia al estudio de lo existente, tomando en cuenta un método científico
que va originar el surgimiento de la ciencia, misma que pretende dar certeza y
seguridad en los conocimientos desarrollados.
c) Consenso real, como elemento en que los
seres humanos toman una postura de aceptación ante las cuestiones que estudian
y tratan de dar solución.
d) Verdad irrefutable y autocorregirle,
hace referencia a todos lo conocimiento aceptado como ciertos dentro de una
sociedad en la que se parte de la existencia de una ciencia que es la expresión
de la verdad del hombre en sociedad.
IV. La
verdad jurídica
Históricamente, el juzgador dentro de un
proceso judicial busca encontrar la verdad denominada jurídica, para ello, cada
una de las partes que intervienen en el proceso proporcionan elementos para
determinar su propia verdad sobre los hechos controvertidos, y al final, el
juez tomando en consideración las pruebas y los argumentos vertidos, pronuncia
la sentencia que es una construcción y encuentro de la verdad. En donde cada “una de las formas de
presentarse la verdad en el proceso judicial está condicionada por la cultura
de su época. Las formas de la verdad, corresponden a las ideas dominantes de una
época. Esto quiere decir, que las formas de presentarse la verdad no a (sic)
sido un concepto inmutable así como la idea de verdad misma. La verdad y sus
formas cambian históricamente de acuerdo a las significaciones temporales. Así,
si la verdad es una condición inherente a Dios, la forma de presentarse la
verdad en el proceso judicial será la del reconocimiento de Dios a una u otra
verdad propuesta. Pero, si la verdad se descubre desde la racionalidad
científica, entonces las formas de presentarse esa verdad será desde las
periciales, desde las pruebas científicas y tecnológicas. Pero si la verdad es
una construcción, entonces las formas de presentarse la verdad será la
construcción de un discurso que se sustenta en la concatenación lógica,
racional, razonable y lingüística de las diferentes narraciones (narración en
primera persona del indiciado, narración en tercera persona desde las
testimoniales, narraciones explicativas desde los informes médicos y las
periciales, etc.) que obran en el expediente.”[15]
Por lo que, el juzgador busca encontrar la verdad, y la “argumentación jurídica
tiene como fin proponer una verdad para convencer, persuadir o buscar la
adhesión de un auditorio, así como también construir dialógicamente una verdad
comunitaria.”[16] Ubicándonos,
en una verdad jurídica basada en elemento discursivos, a los que las cuestiones
históricas lo van determinado en lo general, pero en cuestiones particulares
encontramos el aspecto científico como presupuesto para comprobar y justificar
la verdad, es decir, al hablar de verdad jurídicamente, necesariamente debemos
de ligar la verdad histórica establecida en el ámbito discursivo en
complementación con la aplicación de métodos científicos que nos ayuden a
construir certeza en la mayor medida posible.
Es
por lo anterior, que la verdad jurídica es considerada como “...una verdad
factualmente irrefutable, esto es, independiente de aquello que de hecho
sucede, y es refutable sólo jurídicamente, con arreglo a un diverso
reconocimiento o interpretación del sentido de la norma designada, o bien, con
arreglo a otra norma en conflicto con la anterior y asumida como vigente.”[17]
También es considerada a partir de las “proposiciones de las cuales es
predicable sólo la verdad (o
falsedad) jurídica y no la factual y que por ello son refutables sólo
jurídicamente y no factualmente…”[18]
y se distingue de la verdad factual porque ésta última “…son proposiciones
ambivalentes, dado que le es predicable tanto la verdad (o la falsedad)
jurídica cuando la factual y es posible no sólo la verificación (o falsación)
jurídica sino también la verificación
o falsación factual.”[19]
“Se afirma que al hablar de verdad, es necesario distinguir
entre la verdad relativa y la que justifica la decisión del juez, última que
constituyen la base cognoscitiva en la que encuentra justificación del
convencimiento de un cierto enunciado corresponde a la realidad de los hechos
del caso. Esa misma verdad, es objetiva en la medida que no es el fruto de las
preferencias subjetivas e individuales del juez, o de otros sujetos, sino que
se funda en razones objetivas que justifican el convencimiento del juez y que
se derivan de los datos cognoscitivos que resultan de las pruebas.” [20]
Situación, por la cual es necesario establecer que al hablar de una verdad
jurídica, necesariamente tenemos que plantear justificaciones que determinen la
decisión tomada, ya que es el elemento objetivo que pretender dar orden y
coherencia al sistema jurídico, basado en medios de prueba que pueden
justificar lo sucedido dentro de un
marco de racionalidad y cientificidad, pero sin olvidar, que la verdad de los
hechos es subjetiva al ser incierta para personas ajenas a los acontecimientos,
es por lo cual, si hablamos de una verdad jurídica necesariamente tenemos que
meternos al campo discursivo de la justificación y rendición de cuentas de la
mejor manera posible.
V.
La verdad histórica y la verdad científica
Comprendido que la verdad, surge a partir de
la herramienta del hombre para comunicarse “el lenguaje”, que tiene como
principal herramienta la argumentación y con ello el discurso que es aceptado y
consensuado socialmente, podemos pasar al análisis de la verdad como elemento
histórico y científico. De esta manera, “…la verdad científica tiene su fundamento
en el método científico, mismo que fue concebido por René Descartes y que surge
a partir de la decadencia de la teología.
De esta forma, la verdad es colocada como objeto de la ciencia y del
método científico, en donde el conocimiento es legitimado a través de una
metodología.”[21]En donde
la afirmación discursiva es tautológicamente establecida, porque existen
posturas en las que se afirma que el verdadero método no tiene límites dado por
reglas, sino que, es un discurso argumentativo en el que subyace la necesidad y
creatividad del hombre; además de que
dicho método será “válido cuando el hombre asuma toda su cultura, sus prácticas
sociales y religiosas, sus días y sus amores, es decir, cuando el hombre asuma
que la realidad real (observable, experimentable y predecible) no es más que su
propio discurso acerca del mundo material, atómico e informe que se pone en
juego.”[22]
Bajo esta argumentación, se pretende que “…la verdad asuma todas las
posibilidades de la realidad para dar explicación de la misma, dejando a un
lado la idea de que los principios son inalterables y universales.”[23]Cobrando
poco a poco importancia los factores sociales en el desarrollo científico, “…mediante
la base de conocimientos teórico-metodológicos, los cuales permiten la
selección, evaluación y crítica.”[24]
En ese orden de ideas, se entiende que la “historia de la ciencia,
después de todo, no consta de hechos y de conclusiones derivadas de los hechos.
Contiene también ideas, interpretaciones de hechos, problemas creados por
interpretaciones conflictivas, errores, etc. En un análisis más minucioso se descubre
que la ciencia no conoce de ‘hechos desnudos’ en absoluto, sino que los
‘hechos’ que registra nuestro conocimiento están ya interpretados de alguna
forma y son, por tanto, esencialmente teóricos. Siendo esto así, la historia de la ciencia será tan
compleja, caótica y llena de errores como las ideas que contiene, y a su vez,
estas ideas serán tan complejas, caóticas, llena de errores y divertidas como
las mentes de quienes las han inventado. De modo inverso, un ligero lavado de
cerebro conseguiría convertir la historia de la ciencia en algo más insípido,
más simple, más informe, más ‘objetivo’ y más fácilmente accesible a un
planteamiento por reglas estrictas e incambiables’.”[25]
Finalmente, se señala que “los verdaderos
avances de la ciencia no han partido de la idea de que una teoría es suficiente
para ‘encontrar la verdad’, sino de la negación de las bases de la teoría
institucionalizada y, por tanto, sin lugar a dudas, de ese método científico asociada a ella.”[26]Siendo
que en las sociedades modernas se habla de una relatividad de la verdad
científica, debido a que la percepción del hombre sobre la realidad se
encuentra en constante cambio y da como consecuencia una reconceptualización de
la verdad. Es decir, dentro del estudio de la verdad desde un punto de vista
científico llegamos a un elemento objetivo en el que se intenta dar coherencia
y explicación a los fenómenos que el hombre observa, lo cual, nos proporciona
una forma de explicar en base a un método de comprobación, el cual hasta cierto
punto es adecuado, pero cuando se ve rebasado pasa de un método de comprobación
a una justificación, siendo así la ciencia desde mi punto de vista un método tendiente
a corroborar y explicar lo existente y cuando se ve rebasado tiene como fin
esencial el justificar de la mejor manera posible.
Al entender que la verdad histórica o también denominada
verdad material, “…es la que se aspira llegar en derecho, a través de la
confirmación de los hechos realizados en un tiempo y lugar determinado.” [27],
comprendemos que estar frente a una verdad basada en la aceptación a través de
los tiempo, nos hace llegar a un consensualismo social, en que los seres
humanos damos por sentado y verdadero elementos derivados de antecedentes que
lo preceden y la aceptación generalizada que se ha dado al respecto.
En consecuencia, la verdad jurídica no implica
una separación tajante de lo histórico y lo científico, ya que en un juicio
pueden llegarse a complementar y sobre todo, como diría Hans-Georg Gadamer,
“…nada puede comprenderse sin un horizonte interpretativo determinado por la
historia misma del individuo que interpreta, todo lo que ha sucedido en su
propia existencia y en su experiencia del mundo enriquecen la propia forma de
comprender la vida; por lo que el carácter subjetivo de la interpretación no se
limita ni empobrece la comprensión, sino que es una condición necesaria para
recrear y hacer suya la realidad.”[28]
Resulta
evidente que el derecho, “al consistir un lenguaje, admite como método
específico de investigación la interpretación y el análisis del lenguaje en el
que se está formulado; y que, en este sentido, las normas jurídicas, es decir,
los significados atribuidos a los documentos normativos, son un producto de la
<<cultura jurídica>>.”[29]
En consecuencia, dentro del presente trabajo
se afirma que la verdad jurídica parte de una verdad histórica preestablecida y
se juzga construyendo una verdad científica, si bien es cierto, que en un
primer momento se podría pensar que se contraponen debido a que el negar a una,
da origen a que subsista la segunda, también lo es, que en la vida
jurisdiccional se presentan casos en los que el juzgador para encontrar la
verdad jurídica se allega de elementos aportados por la ciencia, en este caso
me refiero a las pruebas que se pueden ofrecer en un asunto ya sea penal, civil
o administrativo, pero en la búsqueda de esa verdad al presentarse los hechos
se debe partir de una verdad histórica que en ningún momento se puede negar.
Pudiendo constatar, la postura mencionada de
que la verdad jurídica tiene, tanto elementos históricos, como científicos, es
el hecho de considerar que lo jurídico se ve permeado del elemento histórico al
establecerse un dogma surgido de la aceptación que se ha dado a través del
tiempo y que por ello se ha considerado lo más idóneo y con ello aceptado en la
comunidad de especialistas, para posteriormente en la sociedad general, es
decir, la verdad parte de un presupueste histórico inevitable para establecer
sus bases, y a la vez todo lo establecido debe esencialmente tener un sustento
científico que apoye y de sustento a la verdad acatada a través de la historia,
donde el hombre debe de tomar las herramientas para dotar de certeza al actuar,
en este caso lógico a través de la ciencia y su método científico, y con ello
hacer uso de la lógica tendiente primero a justificar y posteriormente a
conformar el discurso que a la postre consideraremos como verdad jurídica.
Siendo lo histórico y lo científico elementos
que se llevan de la mano al constituir el sustento y fundamento de lo considerado como verdadero
para el hombre, afirmación que necesariamente deberá de aplicar en la verdad
jurídica.
La segunda cuestión que debe de tomar en cuenta cualquier juzgador, es que en los casos
específicos que se plantean, deben de resolver si se actualizan las hipótesis
que se determinan en los tipos penales, incluyendo los presupuestos para poder
probar si los hechos acontecidos constituyen el delito previamente establecido
en la normatividad correspondiente, debiendo aplicar el método científico para
su corroboración.
VI.
Conclusiones
Primera. La verdad pertenece al hombre que va
descubriendo su existencia como ente histórico, y cuya esencia es la libertad,
ya que es precisamente de los elementos
a partir de los que podemos aproximarnos a un concepto de la verdad,
comprendiendo al “ser”, como todo lo que nos rodea y existe, al humano como el
centro de estudio de todas las cosas al describir y fomentar el estudio de todo cuanto
encuentra con su virtud esencial que es la libertad, y el aspecto histórico
inherente al hombre que se desarrolla en sociedad y se basa en esos sucesos que
a través del tiempo marcan pauta para su desarrollo, tendiente a conseguir un
progreso.
Segunda. No hay una
respuesta unívoca ante la pregunta ¿qué es la verdad? y no la hay porque la
pregunta interroga desde el ser, desde la esencia y ello implica una respuesta
metafísica. Tampoco la verdad es un concepto aislado. El concepto de verdad
está en relación directa con el concepto de naturaleza (cosa), es decir, el
concepto de realidad. Implicando de esta forma que la verdad tenga relación con
la realidad del propio hombre.
Tercera. El tema de
verdad y su concepción, podemos abordarlo desde diferentes perspectivas, por
ejemplo, a partir del discurso social establecido propugnado por Michel
Foucault, de un discurso valido e histórico como lo determina Habermas, o bien,
como lo concibe Gerardo Ribeiro Toral, como la aproximación que uno mismo hace
de su entorno relacionando el sujeto con el objeto, en fin, la
conceptualización de verdad tiene diversas, acepciones que nos hacen
reflexionar sobre su contenido y su esencia, la cual sin duda es complicado.
Tercera. Al hablar
de verdad jurídicamente necesariamente debemos de ligar la verdad histórica
establecida en el ámbito discursivo en complementación con la aplicación de
métodos científicos que nos ayuden a construir certeza en la mayor medida posible.
Cuarta. La verdad
científica, tiene su fundamento en el método científico, mismo que fue
concebido por René Descartes y que surge a partir de la decadencia de la
teología
Quinta. Por lo que
hace a la premisa de que la verdad jurídica es únicamente una verdad científica
o histórica, nos puede conducir al error como ha sucedido a lo largo de la
historia del hombre, debido a que sería establecer un absoluto que no puede ser
modificado, siendo que la realidad se modifica día con día. En consecuencia, la
verdad jurídica no implica una separación tajante de lo histórico y lo
científico, más bien, parte de una verdad histórica preestablecida y juzgada
construyendo una verdad científica.
VII.
Fuentes consultadas
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[29]Ferrajoli,
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